La topografía que nos refleja el Censo de La Ensenada del siglo XVIII, nos muestra como estaba compuesto el término antes de ningún cambio, reflejando la disposición que hereda de la Edad Media y se consolida en los años de Felipe II. De los total de 77 parcelas que existían, tienen nombre individualizado unos 36, menos de la mitad, siendo los otros terrenos nombrados con el nombre del propietario.
De los topónimos que más existen se encuentran los que tienen que ver con plantas, como Los Linares, La Moraleda, El Azafranar, Puerta del Roble, El Linar, Herrén Los Álamos y La Chaparra
El siguiente tipo nombra una característica del lugar como en Herrén Nueva, Casa Quemada, El Cacejo, La Partida, El Haza, El Nuevo y La Cabaña.
Los que se remontan a la Edad Media y vienen de La Mesta son: Los Quiñones, Monte de la Villa, Dehesa Boyal, Suertes Viejas, Suertes Nuevas, Prado del Concejo, Las Eras y La Cañada.
Los topónimos que incluyen nombres personales son: El Valenciano, Prado El Rubio, La Blasca o La Cerca de Antonia.
Los que tienen que ver con un origen religioso, que se remontan al siglo XIV y XVI, estos son: Ermita de San Sebastián, Atalaya de San Bartolomé, Prado de Nuestra Señora del Rosario, Herrén de la Capellanía de las Ánimas y Vara de los Frailes.
Los que nos remiten a los arroyos y el agua son: Praderillas de El Tercio, Fuente Grande y Lagunillas.
Por último los que remiten a formaciones del terreno son: El Colladillo, Herrén del Canto y Monte de la Villa.
Muchos de estos topónimos van a cambiar en el siglo XIX tras construir el ferrocarril e ir acortando o uniendo las parcelas por los habitantes y luego por Pedro Arroyo, llegando casi a su total desaparición a mediados del siglo XX tras construir Los Arroyos y Las Zorreras, solo sobreviviendo algún topónimo como Las Eras, La Blasca y La Cuesta.
Apareciendo topónimos nuevos en el siglo XIX como Los Cierros de la Asunción, donde estaba la ermita de San Sebastián, Villareal, donde antes estaba la Atalaya de San Bartolomé, nombre antiguo de la ermita del Cerrillo, situada enfrente de este lugar o Dehesa de la Yerba, donde estaba la Dehesa Boyal, actualmente es la Granja de Navalquejigo. En La Moraleda siguió usándose su fuente hasta los años 60 del siglo XX, ahora se encuentra el ApartaHotel Señorío de Los Arroyos en su lugar, La Fuente Grande aún conserva su laguna, lo mismo que las Lagunillas de la Cañada, lindando con Galapagar. El Monte de la Villa se denomina ahora Atalaya Real y es donde se emplazó Las Suertes del Escorial, que posee el nombre de Las Suertes que existían dos en el término, unas Viejas, limitando con Galapagar y la Cañada y otras Nuevas, cercanas a la Quinta Fase de Los Arroyos.
He escrito los topónimos históricos en el mapa topográfico actual, para que se pueda ver mejor.
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